Enciende una cerilla.
—¿Qué
haces?
—Contemplando
a Pandora.
—Ahora sí
que te has vuelto loco.
—¿No es la
consecuencia natural?
Enciende otra cerilla.
—No gastes
más, podríamos necesitarlas.
—¿Quién es
el loco: yo que solo contemplo o tú que crees que unas cerillas nos servirán de
algo en un submarino que se hunde?
No hay comentarios:
Publicar un comentario