El Presidente de la multinacional dijo, dando un golpe sobre
la mesa, que ayudaría al Gobierno y al país a toda costa. El Vicepresidente
General tragó saliva. Uno de los asesores del Vicepresidente Financiero,
antiguo filólogo hispánico, después de guardar un minuto de silencio, levantó
la mano atemorizado. Disculpe, Señor Presidente —dijo—, pero «a toda costa»
significa sin limitación en el gasto o en el trabajo. El Presidente bebió agua
lentamente y explicó a la Junta que solo era una manera de hablar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario