domingo, 29 de marzo de 2020

16. LAS PALABRAS



Ando como loco, como esto dure mucho más no sé cómo acabaré. Un escritor sin poder escribir lo que piensa, ¿dónde se ha visto eso? Me siento a escribir todas las mañanas. Intento mantener una rutina, lo recomiendan todos los psicólogos. «Escribe —me digo—. Olvida todo el caos de ahí afuera». Mi editor me ha escrito un email motivador sobre las ventajas del aislamiento forzoso. «Por fin podrás acabar la novela», me dice. No sé cómo tomarme ese «por fin».
Ha pasado una semana y, ante mi falta de respuesta, me ha llamado. Después de las preguntas de rigor, inocentes y falsas, me pregunta por la maldita novela. «No puedo escribir —le digo primero y después le grito—. «¿¡Quién cojones puede escribir entre este caos, entre tanto dolor!? ¿¡Quién!?» «Eres escritor —me dice muy sereno—, aprovéchate. Utiliza las circunstancias». Me he cagado en sus muertos y he colgado.
Unos minutos más tarde lo he llamado para disculparme. Él también lo ha hecho. «Cuéntame qué te pasa —me dice—, en serio, Nacho, dime de una vez qué te ocurre». Le cuento la verdad, le digo que no puedo escribir lo que deseo escribir. No es que no lo intente, simplemente pienso en una palabra y en la página o en la pantalla aparece otra. Si quiero escribir “anda”, aparece  “calma”; si quiero escribir “amor” aparece “hija”; si “día”, “sudor”; si “felicidad”, “compañía”; si “teatro”, “hipoteca”; si “consuelo”, “madre”; si quiero escribir “ella”, o “mujer”, o “pareja”, o “compañera”, solo aparece una y otra vez “Laura”. Una y otra vez “Laura”.

1 comentario:

  1. Fabuloso, increíble… sencillamente extraordinario. Como no podía ser de otra forma, estamos ante una gran elegía a un escritor universal y a una de las obras más grandes de la literatura de todos los tiempos. Si la hipérbole puede llegar a ser defects, aquí es una gran figura literaria. Incluso una asíndeton, que aparece en dos ocasiones. El siempre presente correlato objetivo que hace evocar los tiempos de adolescencia en clase. Y Preciosas metáforas que definen cómo sacar lo que se lleva dentro y darle forma literaria; la evolución que se concreta en cómo buscar otras formas de arte; la forma de pintar a base de trazos verdes; o la música que despertó un pincel. Eres un genio, Salva. Y así lo pienso, aunque bien es cierto que en temas literarios con Federico García Lorca de fondo, siempre he sido un hombre fácil. ¡Enhorabuena!

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